El desafortunado articulo de: Laura Di Marco

Publicado en 8 Marzo 2019

Etiquetas: #El desafortunado articulo de, #opinión, #Laura Di Marco, #feminismo, #Rodrigo Eguillor

En esta sección traemos artículos relacionados al caso de Darthés que dan mucho de que hablar. Abrimos con uno que pertenece a Laura Di Marco, una escritora y periodista argentina. Es también columnista política y publica de manera regular en el diario La Nación. Justamente, en el mismo diario, ella subió su opinión luego del vídeo de Thelma Fardin.

[Pueden verlo completo aquí]

El articulo tiene como titulo: "Todos los Darthés del patriarcado"

Ya desde el vamos resulta llamativo. Usar el apellido del actor como adjetivo para referirse ciertas personas, y lo de patriarcado también es curioso por como lo usa a lo largo de su nota, pronto sabrán por qué.

Arranca así:

"Herido, el patriarcado parece haber ingresado a un estado de precoma. No solo sucede en la Argentina, sino también, con mayor o menor intensidad, en todas las democracias occidentales. Tal como vaticinó el sociólogo francés Alain Touraine -uno de los intelectuales más influyentes en América Latina y que se ha especializado, además, en el estudio de los nuevos movimientos sociales-, estamos ante una de las revoluciones culturales más vigorosas del siglo XXI: la de las mujeres. Una revolución que entraña una nueva agenda de derechos humanos, la de la equidad de género, pero que, a la vez, incorpora temas disruptivos en la conversación pública: la diversidad sexual, el debate por el aborto, el cuidado del medioambiente, la demanda ética, la interpelación a las políticas públicas sobre la alimentación. En una palabra, lo que está asomando es la política del siglo XXI, tal como la bautizó Durán Barba , el máximo asesor del presidente Macri y defensor convencido de la inclusión de más mujeres en el mapa del poder. Por eso, leer el debut del #MeToo argentino en clave K-anti-K (más allá de que algunas actrices del colectivo denunciante se identifiquen con el kirchnerismo) no solo deja al descubierto nuestro ombliguismo, sino también el pobrismo intelectual al que nos ha empujado la grieta.

El impacto mediático de la conmocionante denuncia de Thelma Fardin contra Darthés -que ya acarrea tres anteriores y tiene otra en camino- encontró un potente anclaje en la realidad: no solo fue reflejada en los medios del mundo, sino que además encontró inmediata solidaridad transversal en las mujeres de la política. Primero fueron las senadoras nacionales, con la macrista Gladys González a la cabeza. Luego, María Eugenia Vidal . Lejos de ser una feminista, la gobernadora no dudó en arremeter contra la violencia machista ponderando la valentía de hablar. Hablar sobre lo que antes se naturalizaba es, en sí mismo, un reto al patriarcado, asumido -con mucha potencia- por las más jóvenes. Las denuncias por violencia de género y abuso sexual infantil -otro oscuro tabú social- estallaron en las líneas telefónicas de los programas gubernamentales después del video de Fardin, confirmando que su relato encaja con una dolorosa realidad colectiva, que muchos preferirían correr bajo la alfombra o circunscribir al acto excepcional (e individual) de algún depravado. Para la legión de negadores, mejor que este momento pase rápido, tragado por la vertiginosidad de la agenda mediática. Sin embargo, hay malas noticias para ellos: la revolución de las hijas parece haber llegado para quedarse."

Vamos por parte:

Primero, está confundiendo Patriarcado con Machismo. El machismo es el pensamiento de que el hombre es por naturaleza superior a la mujer, mientras que el patriarcado es una forma de organización social en que la autoridad es ejercida por un varón jefe de cada familia, denominado 'patriarca'. Dicha autoridad se puede extender a los parientes lejanos del mismo linaje. Esto hay que aclararlo ya que en muchas ocasiones tergiversan su significado para beneficiar algún tipo de discursiva.

Segundo, el patriarcado puede funcionar como un sistema de protección, una organización social defensiva, un modo de vida elegido y aceptado en común y armónicamente por una pareja, por una familia, por una religión o por una tribu. No tiene porqué significar violencia de género, ni desvalorización, ni humillación de la mujer. Y mucho menos, violaciones ni abusos sexuales.

Todo lo demás, entra en el terreno de las psicopatías y desvíos conductuales, o simplemente una fuerte desvalorización de la mujer (osease, machismo).

Tercero, está afirmando que el delito sí ocurrió solo por un vídeo donde una mujer llora.

Cuarto, la falta de objetividad e imparcialidad desplegada por la autora es más propia de una militante incondicional que de una periodista seria. El sesgo y el deseo de que lo relatado sea cierto nubla su capacidad crítica. Evita a toda costa analizar el caso desde otra perspectiva que no sea la exigida por los gremios feministas, rehúsa contemplar la palabra del acusado y se niega a valorar, siquiera, la posibilidad de que la denuncia sea falsa.

Quinto, si Di Marco leyó a Duran Barba sabrá que es parte de un círculo rojo que ignora las verdaderas demandas de la periferia relegada y silenciosa que no forma parte del establishment cultural.

Y ya que se dio el lujo de citar a Alain Touraine, nosotros citamos a alguien que estamos seguros que conoce: Rita Segato, una reconocida antropóloga: “El feminismo no puede y no debe construir a los hombres como sus enemigos naturales. El enemigo es el orden patriarcal, que a veces está encanado por mujeres”.

Si quieren saber mas, les dejamos esta entrevista que le hizo Reynaldo Sietecase, donde dice que el feminismo no puede construirse como una politicidad en torno a la figura del enemigo, o se corre el riesgo de que se convierta en una variante del fascismo.

Seguimos:

"En su emotiva exposición, Thelma usó un término sutil y profundo. "Él [su denunciado] me dijo 'mirá cómo me ponés', haciéndome sentir elegida". Elegida. No pudo haber utilizado una palabra más perfecta. Con ambigüedad psicopática, el abuso es a menudo traficado como una "elección" amorosa. La creativa respuesta de quienes acompañaron a la joven actriz -y en ella a miles de aterrorizadas víctimas del abuso sexual- fue dar vuelta el guion y transformar el significado original en indignación: "¡Mirá cómo nos ponemos!"."

Nuevamente está afirmando que el delito sí ocurrió, esta vez por la palabra de una y varias mujeres. Se nota la rara intención de dar veracidad a la noticia sin prueba alguna y que tomó partido por una causa que hasta ahora carece de argumentos sólidos. Y no, testimonios, llantos y vídeos bien editados no demuestran absolutamente nada.

Sigue:

"Las mañas de la Argentina. Expuesto por el #MeToo norteamericano, el exitoso Kevin Spacey -acusado de abusar de un varón adolescente, una víctima que solo logró hablar 32 años después- asumió su responsabilidad, pidió perdón y se internó en una clínica de rehabilitación. Estrategia o no, algo es algo. Al denunciado por Fardin, en cambio, le dio un pico de presión, negó todo y fue defendido por su esposa. Más aún, le echó la culpa a Fardin y se refugió en la victimización. Idéntico modus operandi tuvo Rodrigo Eguillor y lo plasmó en un video. La argentinidad al palo."

Muy bien, esto ya es ridículo. Está comparando a Juan Darthés con Rodrigo Eguillor. Para quienes no lo conozcan, Eguillor es un joven que ganó mala fama durante los últimos meses de 2018 por una serie de actitudes por demás nefastas. Él fue denunciado por abuso, pero siempre mantenía una actitud ególatra, narcisista y arrogante. Ustedes mismos pueden buscar y verán por qué se ganó tanto odio. Ojo, ¿Estamos diciendo que merecía ese odio? No ¿Se lo ganó? Por supuesto.

Y si los está comparando, eso quiere decir que los considera iguales, o al menos considera que todos los que los que acusan de violación son iguales. ¿Por qué no pensar que Darthés intentó defenderse dando su versión de lo ocurrido? ¿Por qué no pensar que Thelma se está victimizando con las posteriores declaraciones que hizo al no saber defenderse? A saber.

Ahh, por cierto, ¿Saben quien es la líder del movimiento #MeToo? Asia Argento y... ¡Oh! ¡Sorpresa!

¿Y saben que es lo gracioso? No fue condenada, ni social ni judicialmente. Cosa muy injusta, ya que el chico tenía 17 años y puede ser juzgada perfectamente por abuso de menores.

Seguimos:

"Pero ¿qué es el patriarcado? Definitivamente, no se trata de un embutido que vino con el ADN de la humanidad. Nadie nace machista. Entonces, ¿de qué se trata exactamente? ¿Y por qué ese término, que hasta hace muy poco era solo un vocablo de la literatura feminista, saltó al lenguaje corriente de las más jóvenes? En términos sencillos, se trata de un sistema político y cultural que otorga prerrogativas y privilegios a los hombres y que excluye a las mujeres. Pero no solo a ellas, también a las otredades: gays, lesbianas e incluso a aquellos varones más sensibles que no califican en el perfil del "macho alfa", el gran "ganador" de este sistema. Emerge en un determinado momento de la historia, 10 o 20.000 años atrás -durante el paleolítico superior, según la historiadora de género Dora Barrancos-, pero consolida su eficacia en el siglo XIX, durante la transición a la modernidad. Una modernidad que aseguró derechos individuales para los varones. Eso, claro, iría cambiando con diversas rupturas en el orden jurídico. El matrimonio gay, en el siglo XXI, fue un quiebre notable.

Luis Miguel, la serie es un buen ejercicio práctico para entender de qué se trata el patriarcado. Allí, un Luisito Rey autoritario, el prototipo del macho alfa, obliga a su hijo, Luis Miguel, de 14 años, a debutar con una prostituta. Y mientras le lleva, de prepo, a la chica a un cuarto de hotel, le advierte: "Te traigo a esta mulata para que le hagas lo que quieras". Entonces la cámara enfoca a un Luismi adolescente, poseído por el terror. Que el propio Sol de México haya autorizado esta difusión ya es toda una rebelión."

¿Nadie habla de los matriarcados? Algunos hicieron historia, al contrario de lo que afirma Di Marco. Qué problema cuando se está sólo en un extremo del péndulo... Pero bueno, ya que estamos, vamos a citar algunos:

Erzsébet Báthory (1560-1614)

Fue una aristócrata húngara, perteneciente a una de las familias más poderosas de Hungría. Es la primera asesina en serie de la historia y también fue la primera conocida que mataba por necesidades sexuales sin la dirección de un socio masculino dominante. Además ostenta el record Guinness como la mujer con más asesinatos de la humanidad. Se sabe que gustaba de pinchar con alfileres a las mujeres que le servían como doncellas y hacía traer jóvenes campesinas muy robustas para morderles los hombros y masticar las carnes arrancadas. También ordenaba que se le trajeran niñas y jóvenes campesinas, mediante la persuasión o a través de secuestros. Se encargaba de torturarlas, bebía su sangre e incluso se daba baños con sus sangres. Todo lo hacía con la idea de verse joven y estaba segura de que la sangre de las vírgenes eran la fuente de la juventud. Fue juzgada y condenada a ser recluida de por vida. Murió de hambre a la edad de 54 años, sin arrepentirse de nada.

Delphine LaLaurie (1780-1842)

Fue una socialité nacida en el estado de Luisiana, Estados Unidos, que se volvió famosa por haber torturado y asesinado a un gran número de esclavos negros.

Era una mujer con gran capacidad de manipulación y cinismo. Organizaba ostentosas fiestas y tenía un gran prestigio entre la alta sociedad, mientras en el ático de su mansión torturaba y asesinaba a los esclavos a los que simulaba tratar bien en público.

Su falta de empatía, pese a que la raza negra era considerada inferior en aquella época, no tenía límites. Torturaba y descuartizaba a ancianos, niños, mujeres como si se trataran de animales comestibles.

Tras un terrible incendio, encontraron una puerta secreta donde se hallaba el horror: decenas de esclavos de color encadenados a la pared, atados en mesas de cirujano con terribles intervenciones quirúrgicas como cambio de sexo, con la boca cosida, los ojos sacados y cosidos, las uñas arrancadas, amputaciones en diferentes partes del cuerpo, etc. También había esclavos en diminutas jaulas y restos humanos en descomposición, como cabezas y órganos en tarros de cristal. Algunas de las mujeres tenían el estomago abierto y sus intestinos enrollados en sus propias manos.

LaLaurie escapó a Nueva Orleans, donde se desconoce las circunstancias de su muerte.

En la popular serie American Horror Story la famosa Kathy Bates interpreta el personaje de LaLaurie.

Blanche Monnier (1849-1913)

Fue una joven Francesa que a la edad de 25 años fue encarcelada en una habitación pequeña por su propia madre. ¿El motivo? Ella estaba enamorada de un abogado, pero debido al estatus social su familia se opuso a su relación. Una noche, Madame Monnier (su madre) la drogó y la encerró en la habitación ya mencionada, diciéndole que solo la liberaría cuando desistiera de casarse o seguir con el abogado. Ella se negó y permaneció ahí durante 25 años, sufriendo todo tipo de torturas. Las imágenes de como la encontraron son muy fuertes.
Madame Monnier fue arrestada y murió 15 días después, mientras que Blanche Monnier murió en un hospital psiquiátrico.

Belle Gunness (1859-1908)

Fue una asesina en serie sospechosa del asesinato de entre 13 y 42 personas en Illinois e Indiana, Estados Unidos. Ella atraía a hombres ricos a su casa, donde les robaba y posteriormente les mataba. Cuando levantó sospechas e iban a investigarla, ya era tarde: su residencia se había incendiado. Encontraron los cuerpos de sus hijos y el que se presume que era de ella, aunque siempre quedó la duda de que pudo haber fingido su muerte para escaparse.

También podemos irnos a la ficción:

Las Poquianchis (1976)

Está basada en las asesinas mas famosas de Mexico, las hermanas González Valenzuela, pero se las conoce popularmente por su apodo: Las Poquianchis.

Estas hermanas eran dueñas de varios burdeles en Guanajuato y Jalisco, sus víctimas fueron en su mayoría prostitutas a su servicio, aunque también asesinaron a clientes y bebés de las mujeres esclavizadas. Su número confirmado de víctimas son 91, pero se cree pudieron matar a más de 150.

Ellas reclutaban jóvenes de 13 años y las engañaban prometiendoles a ellas y a sus familias trabajo como sirvientas en alguna casa de ricos. Una vez con ellas, las obligaban a prostituirse y participar en encuentros sexuales y ritos satánicos donde incluso algunas eran forzadas a tener sexo con animales o eran violadas violentamente por los cómplices de estas mujeres o por sus clientes más adinerados. Si alguna se rehusaba a servir, ésta era tremendamente golpeada, incluso algunos llegaron a morir. También eran mal alimentadas, dejándolas en un estado deplorable de desnutrición, sin atención medica y aún así eran obligadas a trabajar. Quienes ya no les servian, eran asesinadas. Incluso llegaron a practicar abortos en condiciones penosas, algunas morían durante la operación y eran enterradas clandestinamente en los mismos dormitorios en los que se daban los encuentros sexuales con los clientes. En la propiedad fueron encontradas enterradas cerca de 80 mujeres, 11 hombres y varios fetos. Todas fueron juzgadas y condenadas a 40 años (la pena máxima en aquel entonces)

An American Crime (2007)

Está basada en la tortura y muerte de Sylvia Likens.

Sylvia y su hermana Jennifer fueron dejadas por sus padres al cuidado de una ama de casa llamada Gertrude Baniszewski, una señora asmática con seis hijos a quien habían conocido pocos días antes. La idea era que Gertrude las cuidara y les diera la educación que ellos no podían proporcionarles, a cambio le darían 20 dolares cada semana. Al principio todo iba bien, pero cuando el dinero llegó con un día de retraso, las cosas tomaron otro rumbo. Gertrude le dio varias palizas a las hermanas Likens, pero Sylvia le propuso que la castigara a ella en vez de a su hermana pequeña (ya que sufría de poliomielitis), cosa que aceptó. Sylvia fue torturada física y psicológicamente hasta la muerte durante cuatro meses por Gertrude Baniszewski y sus hijos, así como varios jóvenes y niños del vecindario, algunos de apenas 10 años de edad. Las torturas que sufrió son indescriptibles e inhumanas, pero la propia Gertrude disfrutaba verla sufrir y por eso dejaba que le hicieran lo que quisieran. Ella y sus hijos fueron condenas con penas diferentes.

La huérfana (2009)

Está basada en el caso de Kuřim.

Klara Mauerova, madre de dos niños, y su hermana, Katerina, conocieron a una "niña" llamada Barbora Skarlová, quien les aseguraba que había escapado de un centro de menores por los malos tratos y que no tenía dónde ir, por lo que se la llevaron con ellas. Pero Barbora no era una niña, padecía de hipopituitarismo, lo cual le permitía parecer una adolescente cuando en realidad ya contaba con 32 años de edad. Barbora se percató de la enfermedad que la afectaba siendo muy joven y no dudó en usarla a su favor. Durante casi toda su vida adulta se hizo pasar por una niña, engañó a decenas de personas para que la adoptaran y manipuló a las autoridades para evitar que fuera juzgada por sus engaños.

Barbora odiaba que Klara le prestara mas atención a sus hijos que a ella, por lo que hacía travesuras meterlos en problemas. Posteriormente incitó a Klara y Katerina a meterse a una secta, luego las convenció de encerrar a los niños en unas jaulas en el sotano y practicarles todo de tipo de torturas, incluso cometieron canibalismo.

Probablemente lo mas indignante es que solo les hayan dado penas no mayores a 10 años

The Afflicted (2010)

Está basada en las atrocidades de Theresa Knorr. Tenía 6 hijos, los cuales eran el objeto y la excusa perfecta para descargar sobre ellos toda su rabia y frustración. Pero fueron dos de sus hijas mayores las que se llevaron la peor parte, no solo las torturó y les hizo cometer atrocidades, sino que terminó asesinándolas. Intentó borrar toda evidencia quemando la casa, pero sus propios hijos la delataron. Fue condenada a 2 cadenas perpetuas consecutivas.

Tampoco es necesario que nos vayamos tan lejos. Uno de los ejemplos mas claros de matriarcados en la ficción Argentina es en la telenovela "Argentina, Tierra de amor y venganza". El personaje de Virginia Innocenti es una madre autoritaria, mangoneadora, fría, manipuladora, sin escrúpulos, capaz de conseguir lo que quiere sin importarle nada. Ella obliga a su hija a casarse con uno de los hombres mas ricos de la ciudad, asegurando que eso los ayudaría con sus problemas económicos, pero lo cierto es que siempre fue de conseguir dinero fácil.

Ahora si, seguimos:

"El sistema patriarcal es la imposición de los fuertes sobre los débiles, por eso las mujeres no son las únicas víctimas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada cinco niñas y uno de cada trece niños han sufrido abuso sexual alguna vez en sus vidas. Y, en la mayoría de los casos, a nivel intrafamiliar. Lo más inquietante es que solo uno de cada diez niños abusados se anima a blanquear lo sucedido. ¿Por qué? El estrés postraumático opera como un paralizante emocional. Y también el miedo. Tal vez este sea un buen argumento para quienes se preguntan por qué Thelma Fardin tardó nueve años en hacer pública su denuncia. Sebastián Cuatromo, un emblema en las denuncias de abuso infantil, tardó bastante más. Abusado por un docente del colegio marianista a fines de los años ochenta, recién pudo condenar a su victimario en 2012, y solo porque buscó a otras víctimas y logró formar con ellas un frente común."

Insistimos, hay una tendencia peligrosa a igualar automáticamente patriarcado con violencia, acoso, abuso, despotismo, sometimiento, humillación y autoritarismo. Un patriarcado puede ser violento o no, o simplemente proteccionista, como eligen muchas familias (también matriarcado) y/o religiones, sin que ello conlleve necesariamente violencia de género, abusos y/o humillaciones.

Acá también podemos volver a mencionar el caso de Asia Argento, y no solo eso. En cualquier debate sobre la cuestión no falta quien cree que, por naturaleza, las mujeres no violan. Lara Stemple, directora del Health and Human Rights Law Project de la UCLA, intenta cambiar esto enfocando su investigación en un tema que, desde su punto de vista, muchos investigadores y abogados han pasado por alto restándole importancia o considerándolo inconsecuente: hombres víctimas de violación.

Desde hace tiempo, el trabajo de Stemple se centra en estudiar los motivos que llevan a que sean tan escasos los casos de denuncias de violencia sexual contra hombres. En 2014, publicó un trabajo sobre hombres víctimas de abusos sexuales en el que analizaba varios estudios y llegaba a la conclusión de que, en las ocasiones en que se tenían en cuenta los casos de hombres que habían sido “obligados a penetrar” a alguien, el índice de contacto sexual no consentido entre hombres y mujeres era prácticamente igual: 1.267 millones de hombres aseguraron haber sido víctimas de violencia sexual, mientras que en el caso de las mujeres la cifra era de 1.270.

La periodista Hanna Rosin es la autora de 'Cuando los hombres son violados', una revisión de un estudio de Stemple, llamado 'Los abusos contra hombres en América, nuevos datos que desafían los viejos prejuicios', publicado en 'American Journal of Public Health' y que contaba con la colaboración de Ilan Meyer. Allí decía Rosin: "En algunas formas de acoso, hombres y mujeres tienen experiencias básicamente iguales". Tambien señalaba sobre la investigación de Stemple que ese "obligado a penetrar", si bien no es el mismo tipo de violación que se suela imaginar, puede producir los mismos efectos físicos y psicológicos, como disfunción sexual, depresión, pérdida de la autoestima y dificultades para mantener relaciones estables.

Lo sorprendente es que, en esos casos, la mayoría de abusadores no son otros hombres. Concretamente en el 68% de las veces las agresoras fueron mujeres, según los datos extraídos de 'The National Intimate Partner and Sexual Violence Survey', una estadística dirigida por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.

Sigue con:

"Los varones más sensibles -y, sobre todo, los más jóvenes- también están reaccionando ante los Darthés (y los Eguillor) de este mundo. Hace unos días, Eguillor fue expulsado de un tren en el que viajaba. El video, viralizado por un pasajero, muestra a un joven interpelándolo. "¿Por qué no te la agarrás conmigo? ¡Bajate!", lo increpa. Y Eguillor se baja. Luego, la policía volvió a apresarlo."

Osea, con esto está a favor de que escrachen a todos los que acusan. ¿No era que nunca hay que juzgar por adelantado? ¿No era que todos eran inocentes hasta que se demuestre lo contrario?

"Cada dos o tres días aparecen en los diarios noticias sobre niñas o niños abusados por sus padrastros o, incluso, por sus padres biológicos y hermanos. Pero también aparecen sus denunciantes, que perforan el silencio de la antigua omertá. El pequeño pueblo cordobés de Sampacho fue noticia esta semana: expulsaron a un hombre por violencia de género. ¿Jaque mate al patriarcado? Así parece."

Este articulo decepcionante no es mas que un rejunte de sandeces irracionales. Entendemos que sea una opinión, pero no deja de ser muy prejuicioso y subjetivo.

Nos extraña que Laura siendo una periodista inteligente no se comporte como tal y, en lugar de analizar los hechos, ponga sus sentimientos primero, haciendo que sus ideas se apaguen.

¿Habrá tenido un padre, abuelos o tíos ejemplares? Se sabe que tiene una hija, pero no hay mas data. No sabemos si se casó con un buen hombre. En su vida quizás no hubo ningún modelo que la inspiró a ser una mejor persona.

También es una lastima que La Nación la tenga como columnista estrella, dejando que escriba sus frustraciones y resentimientos, porque basta una pequeña leída para ver el veneno que destila.

Pero bueno, si quieren leer un articulo sobre el tema y encima esté muy bien estructurado y con objetividad, les dejamos este de Martín Braunstein, hijo de la activa militante feminista María del Carmen Brion.

Por cierto, como dato curioso, los artículos de La Nación que hablen del tema de Darthés y Fardín están cerrados en comentarios. Es raro, teniendo en cuenta que controlan y revisan lo que la gente comenta. Pero bueno, lamentamos que los autores que defienden la libertad de expresión cierren sus artículos para que la gente no comente.